Nuestra Historia

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 Todo comenzó con una conversación entre tres amigos en una pequeña cafetería de Monterrey, en el año 2002. Cada uno venía de distintos sectores: banca, tecnología y trabajo social. Lo que compartían era una misma inquietud: ¿por qué acceder a un crédito justo y transparente seguía siendo tan difícil para tantas personas?

Inspirados por las historias reales de familias sin acceso a financiamiento formal y emprendedores que veían truncadas sus ideas por falta de capital, decidieron unir fuerzas y crear una solución diferente. Así nació VRM, Capital Ético, con una idea simple pero poderosa: democratizar el crédito y ponerlo al servicio de quienes realmente lo necesitan.

Al principio, operaban desde una pequeña oficina, con un equipo reducido pero apasionado. 

Empezaron atendiendo a personas de comunidades poco bancarizadas, escuchando sus historias, entendiendo sus necesidades y diseñando productos financieros justos, accesibles y sin letras pequeñas.

Apostaron desde el inicio por la tecnología, creando plataformas ágiles y seguras que permitieran solicitudes de crédito sin trámites engorrosos. Pero también conservaron lo más importante: el trato humano y la cercanía.

Con el tiempo, el boca a boca hizo su parte. Las personas no solo encontraban una solución financiera, sino también un aliado.

La empresa creció, abriendo nuevas sucursales, ampliando su equipo y diversificando sus servicios: créditos personales, microcréditos para emprendedores, financiamiento para emergencias, crédito para empresas grandes, pensionados y más.

Hoy, VRM Capital Ético es una compañía sólida, reconocida por su ética, su eficiencia y su compromiso social. Con presencia en todo México y miles de clientes satisfechos, sigue fiel a su propósito original: brindar oportunidades reales para cambiar vidas a través del crédito.

Pero lo más importante es que el espíritu con el que empezó —esa mezcla de empatía, innovación y visión social— sigue vivo en cada decisión que tomamos.